Extremadamente seco, extremadamente húmedo o ambos. Como agricultor, sabes lo perjudicial que puede ser un balance hídrico alterado para tu suelo y cultivos. El agua que drena demasiado rápido o permanece estancada genera estrés en las plantas. La solución radica en un suelo bien estructurado y poroso que retiene el agua en la capa superior mientras drena gradualmente el exceso de humedad. El desarrollo de raíces más profundas y la formación de agregados mejoran la acción capilar del agua subterránea. Pero, ¿cómo se crea una estructura de suelo porosa? ¿Y qué papel juegan la materia orgánica y los micro-organismos en este proceso?
La gestión del agua en el suelo está influenciada por factores como la estructura del suelo, el material orgánico y los microorganismos. Un suelo empobrecido y permeable no retiene el agua y los nutrientes de manera efectiva, lo que puede llevar a sequías o encharcamientos. La sequía hace que el suelo esté demasiado seco para los cultivos, mientras que un suelo saturado priva a las raíces de oxígeno. Un sistema eficaz de gestión del agua es crucial para retener agua y drenar el exceso de humedad. Innovaciones como los sistemas de riego y los sensores de humedad del suelo pueden ayudar a optimizar la gestión del agua, pero estas tecnologías no contribuyen directamente a los procesos naturales del suelo y las raíces.
La importancia de la materia orgánica y los microorganismos en la gestión del agua
La solución principal radica en mejorar la estructura del suelo con material orgánico, como compost o fertilizantes orgánicos. Esto aumenta la capacidad de retención de agua del suelo al crear poros más grandes que distribuyen y almacenan el agua de manera más eficiente.
El material orgánico también promueve la actividad de microorganismos como bacterias y hongos, que descomponen la materia orgánica y forman humus. El humus actúa como una esponja que retiene agua y mantiene los nutrientes disponibles para las plantas. La actividad microbiana saludable acelera estos procesos, asegurando un mejor almacenamiento y drenaje del agua.
Cómo crear una vida activa en el suelo
Para establecer una vida activa en el suelo, los fertilizantes orgánicos y los mejoradores del suelo pueden marcar una diferencia significativa. ¿Sabías que en Den Ouden GrowSolutions ofrecemos tres soluciones efectivas?
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FertiSoil 4-3-3 contiene un 65% de material orgánico y es un fertilizante que puede retener hasta tres veces su propio peso en agua. El agua almacenada se liberará gradualmente de la materia orgánica cuando las partículas de suelo circundantes se sequen. Esto asegura un equilibrio ideal incluso durante los períodos secos y apoya la liberación lenta y constante de nutrientes, promoviendo el crecimiento de los cultivos.
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TerraBoost contiene un 54% de materia orgánica. Este producto estimula la actividad de microorganismos beneficiosos en el suelo, acelerando la transformación de la materia orgánica en humus. Como resultado, mejoran la retención de agua y la disponibilidad de nutrientes.
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FertiBoost 11-0-5 es un fertilizante orgánico-mineral a base de plantas que enriquece el suelo con materia orgánica y estimula la vida del suelo, incluso a bajas temperaturas. Mejora la actividad microbiana, permitiendo que los nutrientes estén disponibles para el crecimiento de las plantas más rápidamente. Además, FertiBoost 11-0-5 asegura una liberación rápida de nitrógeno, con la mitad disponible dentro del primer mes. Esto apoya el crecimiento vital de las plantas y fortalece el desarrollo de hojas, tallos y raíces. Los aminoácidos vegetales presentes en el producto contribuyen a la salud de las plantas en condiciones de crecimiento estresantes. En combinación con TerraBoost, FertiBoost 11-0-5 proporciona un equilibrio óptimo entre la disponibilidad inmediata de nutrientes y la mejora a largo plazo del suelo, lo que resulta en un ecosistema de suelo saludable y cultivos fuertes.
Mejorar la estructura del suelo y promover una vida saludable del suelo son las claves para una gestión exitosa del agua. Juntos, FertiSoil 4-3-3, TerraBoost y FertiBoost 11-0-5 aseguran que el suelo retenga el agua de manera más efectiva y haga que los nutrientes estén disponibles de manera óptima para los cultivos. Contribuyen a una gestión sostenible del agua que mejora la salud del suelo y ayuda a los cultivos a enfrentar mejor los desafíos de un clima cambiante.