El desafío de alimentar a la creciente población mundial es cada vez mayor, especialmente debido al impacto negativo que el uso intensivo del suelo y los fertilizantes minerales tienen sobre el suelo. Si bien los fertilizantes minerales han incrementado los rendimientos de los cultivos durante décadas, también conllevan riesgos serios para la salud del suelo y el medio ambiente. ¿Cómo podemos mantener la producción alimentaria saludable mientras reducimos los daños a largo plazo causados por estos fertilizantes?
Investigación de la FAO: el lado negativo de los fertilizantes minerales
Un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca los riesgos que los fertilizantes minerales suponen para el medio ambiente. El nitrógeno que contienen contribuye a la degradación del suelo, la contaminación del agua y el aumento de las emisiones de óxido nitroso (N₂O), un gas de efecto invernadero que es más de 300 veces más potente que el CO₂. Además, la contaminación por nitrógeno lleva a la pérdida de biodiversidad y genera riesgos para la salud, como problemas respiratorios y enfermedades cardíacas.
Por qué los fertilizantes orgánicos son una mejor opción
Afortunadamente, existen formas de promover un suelo saludable y cultivos productivos sin estos efectos negativos. Los fertilizantes orgánicos ofrecen una alternativa sostenible con numerosas ventajas sobre los fertilizantes minerales. Los fertilizantes orgánicos liberan sus nutrientes de manera gradual y a lo largo de un periodo extendido, lo que permite que las plantas crezcan de manera más constante. Además, mejoran la salud del suelo al fomentar microorganismos beneficiosos y lombrices de tierra, que ayudan a descomponer la materia orgánica y mejorar la disponibilidad de nutrientes para las plantas.
Los fertilizantes orgánicos también contribuyen a la captura de carbono en el suelo, lo que ayuda a absorber el CO₂ y brinda a los agricultores la oportunidad de obtener créditos de carbono adicionales. Esto significa que la transición hacia la fertilización orgánica no solo es beneficiosa para el planeta, sino también financieramente atractiva.
Beneficios demostrados: menor lixiviación de nutrientes con fertilizantes orgánicos
Una de las principales ventajas de los fertilizantes orgánicos es que reducen significativamente la lixiviación de nutrientes en las aguas subterráneas. La lixiviación de nutrientes es el movimiento descendente de los nutrientes disueltos en el perfil del suelo debido al agua percolante. Los nutrientes que se lixivian debajo de la zona de raíces de la vegetación se pierden temporalmente del sistema, aunque pueden reciclarse si las raíces crecen más profundo. Los nutrientes lixiviados pueden contribuir a la contaminación de las aguas subterráneas en las regiones con agricultura intensiva. La lixiviación de nitratos también es una fuente significativa de acidificación del suelo (Havlin et al., 1999).
Un estudio reciente en la HAS Green Academy sobre la lixiviación de nutrientes en cultivos de lechuga encontró que las plantas fertilizadas con productos orgánicos perdieron muchos menos nutrientes que aquellas tratadas con fertilizantes (organo-)minerales. Esto ayuda a proteger el medio ambiente y mantiene el agua subterránea más limpia. En el estudio, los cultivos de lechuga fueron tratados con diferentes fertilizantes:
- T1: Sin fertilización (grupo de control)
- T2 & T3: Fertilizantes minerales con una tasa de nitrógeno del 80% y 100%
- T4 & T5: Fertilizantes orgánico-minerales con una tasa de nitrógeno del 80% y 100%
- T6 & T7: Fertilizantes orgánicos con una tasa de nitrógeno del 80% y 100%
Como se muestra en la figura a la derecha, los resultados son claros: la lixiviación más baja de NO₃ y NH₄ se midió en los tratamientos orgánicos, con solo 3.5 mmol/l en T6 y 3 mmol/l en T7. La lixiviación más alta ocurrió en los tratamientos con fertilizantes minerales, con 13.7 mmol/l en T2 y 26.9 mmol/l en T3.
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